Caracas, 13 de febrero de 2022
Buenos días Terrícola,
Empiezo con la continiuación de crónica caraqueña, porque yo necesito compartir esto que estoy viviendo.
Y sí, ¡ya van dos semanas sin recibir agua “corriente”! Aunque un vecino logró que trajeran un camión con una cisterna de agua para rellenar los tanques de esta calle y de momento, logramos estirar la que tenemos.
Cuando vuelva a casa, espero ser capaz de recordar todo lo que tenemos que agradecer y defender por allá.
De momento, por aquí sigo sin moverme mucho de casa, porque como sabes, hago falta por aquí, pero sí he hecho un par paseos que me llenaron de vida.
Empiezo por el más mágico. Los domingos cierran la Cota Mil para hacer deporte. Es esa gran avenida que está pagada al Ávila (la montaña), y que está tan cerca de mi casa.
Así que hace un par de domingos me fui a caminarla con mi amigo Víctor, del que también te hablé en la carta de hace 15 días y que estaba casualmente en Caracas después de años sin venir.
Víctor y yo en…