De "el viaje de tu vida" a si no me subo a un avión, no son vacaciones.
Y otras reflexiones de una autónoma en verano
Terrícola,
Te escribo estas líneas perdida en una casa en la montaña en la que sólo se escucha el canto de la naturaleza. (Disculpa, pero esta carta viene sin versión de audio, que la montaña me espera. Si la echas de menos, responde a este email con un “quiero escucharte”, que la verdad no tengo idea de cuántas personas la escucháis).
Aquí, en este lugar privilegiado, me vienen a la cabeza un par de preguntas que me hago hace tiempo…
¿Qué buscamos cuando viajamos?
¿O, tal vez, de qué huimos?
A veces queremos encontrar fuera algo que realmente está en nuestro interior. O escapar de algo que nos podríamos sacar de encima con un golpe de dedos, cómo quien se quita la polilla que se ha posado en tu brazo. Vamos demasiado lejos cuando, tal vez, nos bastaría con encontrar un poco de silencio en el parque de al lado de casa. Buscamos playas de ensueño en la otra punta del mundo cuando solo queremos ese sonido pacificador del mar que está, también, a unos pocos kilómetros.
A veces también querem…