Hace unos días, iba camino al bus que me lleva a La Clota —mi coworking—, cuando vi unas manos entrelazadas que surgían tras el tronco de un árbol.
A medida que avanzaba, fui descubriendo al dueño de esas manos. Un hombre sencillo, vestido con vaqueros, chaqueta barata de polipiel y gorra negra.
Tranquilo. Inquietante. No porque resultara amenazante, sino porque su serenidad te descolocaba.
Instintivamente, aparté la vista, aunque, al mismo tiempo, solo quería seguir viéndolo.
En esta carta:
🌱 Resistir desde lo simple
🌱 Ciencia en retroceso vs oportunidad
🌱 Novedades de esta Ecocosmopolita
🌱 Out of topic: descuentos, pelis y series que inspiran
Mientras me acercaba a la parada, pensé que una parte de mí quería confirmar que sí, que ese hombre estaba abrazando el árbol simplemente porque sí. Aunque también temía descubrir que tenía entre las manos una cinta métrica o cualquier otro objeto que le restara poesía a la escena.
Creo que también temía que me mirara y se diera cuenta de que, aunque yo también quisiera abrazar el árbol, jamás me atrevería a hacerlo en plena ciudad.
Justo antes de subir al bus, volví a mirarlo de reojo. Seguía ahí.
Su mirada me pareció clara, alta, serena.
Pensé que yo, y todas las personas que pasábamos a su lado mirándolo con extrañeza, no teníamos ni la mitad de la paz interior que él sentía en ese instante.
Quizá abrazar árboles en medio de la ciudad cualquier lunes sea solo una manera de resistir. Un gesto simple para recordar que, pase lo que pase, somos naturaleza.
Una forma de sujetarnos a lo que importa cuando todo alrededor parece empujarnos al abismo.
¿Al rescate de la ciencia?
Sí. La sensación de que la realidad desafía a la ciencia ficción más apocalíptica y absurda es muy grande.
Trump y su pandilla están desmantelando a velocidad de rayo avances grandes y pequeños en materia de derechos humanos, ecológicos y de todo tipo. Salen de acuerdos internacionales, tiran abajo políticas ambientales, de diversidad y de inclusión, deportan a inmigrantes en condiciones lamentables y en masa, atacan la libertad de prensa, paralizan a entidades que hacen una importante labor de asistencia internacional…
Y algo que nos preocupa especialmente por aquí: dejan en la calle a científicos que trabajan en importantes proyectos y, a los que quedan, les recortan los presupuestos de forma abrupta. Son cambios que afectan, por ejemplo, a los Institutos Nacionales de Salud, a la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica y al Servicio Meteorológico Nacional.
En medio de este caos, parece que Europa empieza a reaccionar. Hace unos días leí que diez países, incluida España, pedían a la Comisión Europea que se refuerce el presupuesto y se flexibilicen las políticas migratorias para atraer a investigadoras e investigadores que hoy se sienten perseguidos en Estados Unidos. Poco después, confirmaban que el presupuesto se doblaba.
La libertad académica, dicen, es parte del ADN europeo. Y tal como está el panorama, Europa tiene la oportunidad de convertirse esta vez en el refugio de grandes mentes estadounidenses.
El gran reto, comentaban en El País, es que Europa invierte menos en ciencia que EE. UU. y ofrece salarios más bajos.
Así que queda por ver si es capaz de estar a la altura de aprovechar este momento y, además de hacer lo correcto, liderar el conocimiento científico.
A ti y a mí nos queda exigir a nuestros países que estén a la altura de los tiempos que corren. Y también abrazar árboles, sostener espacios de calma, cultivar pensamiento crítico y no perder de vista lo esencial.
Frente al ruido, naturaleza.
Noticias eco · personales
Primero que nada, moría de ganas de contarte que he empezado a trabajar en Rezero. ¡Yuju!
Rezero es una fundación con la que comparto propósito desde hace muchos años, y desde hace un par de semanas, puedo sumar mi granito de arena desde dentro, gestionando proyectos de Consumo Responsable. Como estoy a media jornada, puedo combinarlo con mis servicios de comunicación ética para proyectos sostenibles. ¡Estoy súper contenta!
Además, he llegado justo a tiempo para el Festival Residu Zero, que organiza la fundación y se celebra los días 26 y 27 de marzo en Palo Alto, Barcelona.
Yo facilitaré el workshop del jueves a las 15 h: El Consum Conscient: del activisme al mainstream (en catalán y castellano). Es un espacio pensado para sumar esfuerzos y normalizar el consumo consciente y el residuo cero, con personas de sectores muy diversos (influencers, comercios, empresas de economía social, etc.). Si vas al festival, me encantaría verte ahí.
📆 El miércoles 2 de abril a las 19:30 h estaré en la presentación de “Iceberg Editorial”, en Vil·la Urània (Barcelona). Participaré en la mesa redonda sobre cambio climático y sostenibilidad, junto a Joan Herrera, Joandomènec Ros y Francesc Mauri. El evento es gratuito, pero requiere inscripción previa. Aquí puedes reservar tu plaza.
Me he liado con dos grandes: Paola Uscher y Juliana Maruri de Boicot al Plástico para celebrar el día mundial Zero Waste: este viernes lanzaremos en redes sociales un regalito para educadoras y divulgadoras. Una pista: va de moda. ¡Mantén tus ojos bien abiertos a nuestras redes! (Y si no estás en Instagram y quieres que te lo cuente todo, dímelo respondiendo a este email y te lo enviaré personalmente).
Out of topic
O algunas cosas bonitas que quizá te alegren el día
En 2016 fundé con mi querida Tere un mini ecommerce llamado Usar y Reusar con un míni stock de productos. En 2021, cuando ya habíamos crecido bastante y la vida nos pedía volar, lo vendimos a Magui. Bueno, en estos días Magui me dio la súper noticia de que abría el segundo local físico, esta vez en Sants, y dando nueva vida al local de El Gibrell, que cerraba sus puertas. ¡Qué orgullo, por favor! Si quieres apoyar a Usar y Reusar con tu compra y además ahorrar un poquito, puedes usar el código laeco10. Yo no tengo comisión.
Una recomendación ecofeminista en Filmin: No no esperes tanto como yo para ver La mujer de la montaña. Es la aventura de una gran mujer en la flor de la vida (los 50, ¡como yo, que los cumplí este mes!) que declara la guerra a la industria del aluminio que está contaminando su país, Islandia. Una mujer valiente que desafía muchos límites por aquello en lo que cree. Preciosa, inspiradora, llena de fuerza y con un final para aplaudir de pie aunque estés sola en tu casa. Puedes verla en Filmin. (Si te das de alta por al menos tres meses con el enlace anterior, yo recibo una mini comisión. Y sí, como soy muy fan de Filmin, me han hecho afiliada. :)
Una miniserie con todo: Soviet Jeans. Es la historia de un tío joven, encantador y talentoso, unos cuantos presos políticos encerrados en un manicomio, una joven y valiente directora de teatro noruega y unos tejanos que, junto a otros personajes memorables, desafían juntos al imperio soviético. Es una maravilla y también está disponible en Filmin. No me canso de recomendarla a mis amigos.
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Un abrazo grande y gracias por seguir ahí.
Nos vemos en el espejo,
Yve Ramírez Plessmann 🌿
La Ecocosmopolita
Flores en el asfalto
La foto de la portada es deGül Işık:
¡Enhorabuena por ese nuevo proyecto en Rezero! Qué suerte tienen de contar contigo :) Un abrazo