La fuente energética más grande eres tú
(Y no lo digo yo)
Hola Terrícola,
Te escribo desde una ¡al fin! fresquita Barcelona. El otoño nos llega cuando noviembre ya comienza a caer por su peso, para recordarnos el clima que debíamos estar viviendo desde hace varias semanas.
Yo trato de pasarlo entre mantas, bufanda, jerseys y hasta guantes si hace falta, -esos que dejan los deditos fuera van geniales para teclear-, con tal de evitar usar la estufa para mi sola, cosa que me parece un rotundo desperdicio de energía. Y lo prometo, lo hago desde mucho antes de que el precio de la luz se pusiera por las nubes.
Y es que estoy convencida de que podemos cambiar las cosas, pero eso solo será posible si comenzamos por cambiar nosotras mismas.
La COP 27 -la Conferencia de las Partes sobre el Cambio Climático- ha llegado a su final y yo me reencuentro con una vieja sensación: Se ha logrado más de lo que esperábamos pero mucho menos de lo que necesitamos.
Como siempre, estuvo floja en compromisos. Compromisos sin ataduras, como sin querer mojarse realmente.
Toman nota del último informe de brecha de emisiones de la UNEP, el Programa para Medio Ambiente de la ONU, que nos dejaba meses atrás este llamado de atención:
“La ventana de oportunidad se está cerrando: el progreso insuficiente que se ha logrado en términos de acción climática ha provocado que la rápida transformación de las sociedades sea la única salida viable”.
Por eso la conferencia acaba ratificando la necesidad de reducir de manera “inmediata, profunda, rápida y sostenida” las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero.
También se ha resaltado la importancia de adoptar un enfoque de la educación que promueva un cambio en los estilos de vida, “fomentando al mismo tiempo patrones de desarrollo y sostenibilidad basados en el cuidado, comunidad y cooperación”.
Y así va, sin palabras fuertes ni medidas contundentes contra los combustibles fósiles. Sin novedades palpables que nos aceleren el paso hacia a una reducción de emisiones que cierre esa brecha -que año tras año nos recuerda el equipo de la UNEP- entre lo que hace falta y lo que se está haciendo realmente.
Sin embargo, muchos consideran que se trata de un acuerdo histórico, y esa es la buena noticia de hoy, porque la COP 27 nos deja el compromiso de crear un fondo de “pérdidas y daños”, que servirá para ayudar a los países más vulnerables a adaptarse a las consecuencias del cambio climático, que en algunos casos son ya dramáticas. Un compromiso que viene para aportar un poco de justicia climática, y a respaldar a esas naciones que sufren de primera mano los problemas medio ambientales que provocan otras.
Te dejo unas palabras de António Guterres, secretario general de la ONU, en la clausura:
“Hace falta que todos trabajen para promover la justicia y la ambición.
Esto también incluye la ambición de poner fin a la guerra suicida contra la naturaleza que está alimentando la crisis climática, llevando a las especies a la extinción y destruyendo los ecosistemas. (…)
…la justicia y la ambición requieren la voz esencial de la sociedad civil.
La fuente energética más importante en el mundo es la energía humana.
Por eso es tan importante entender la dimensión de derechos humanos de la acción climática. “
Estamos de Black Friday desde comienzo de mes, pero no te preocupes, que no te voy a ofrecer ninguna oferta.
Más bien vengo a contarte que hay un montón de marcas, tiendas y proyectos se desmarcan de este “viernes negro”, que solo fomenta el consumismo desmedido, el ruido mental y mediático, y la producción de residuos.
¿Te cuento algunos?
El ya tradicional Especial Black Friday de The Goood Shop, que nos hace ofertas tan tentadoras como estas: Duerme una hora más, Sal a dar un paseo , Tómate un café al sol o, simplemente, Respira. ¡Todas a cero euros!
El #craftkFriday que he conocido por Costurilla Handmade, de artesanos que “no pueden permitirse ofertones” pero nos recuerdan: “aquí seguimos, mostrando lo mejor de nuestros talleres, con ilusión y produciendo piezas duraderas, con alma e historia”.
El Giving Tuesday. Una iniciativa internacional que promueve la solidaridad de personas, entidades y empresas, con quienes más lo necesitan.
El New Friday de Bumerang, “una alternativa al Black Friday por un consumo más responsable y sostenible”.
La campaña de Correos, que nos pide distinguir entre lo que es urgente y lo que no, a la hora de hacer nuestras compras de Black Friday (aunque no las haremos, ¿verdad?)
¿Quieres descubrir más alternativas al Black Friday? Entonces pásate por este artículo de mi blog, La Ecocosmopolita. Hay un montón más-+.
Y cierro con un viaje para los sentidos y un chapuzón de optimismo.
Cuando regresábamos desde Miami este verano (fuimos a visitar a la familia), de pronto vimos por la ventana un maravilloso manto color turquesa. Una inmensa extensión de mar, salpicado de islas, de un color de otro mundo. En el mapa interactivo del avión pude ver que eran las Bahamas. Daba ganas de saltar y zambullirte ahí mismo.
Hace unos pocos días leí que la organización Beneath the Waves ha logrado cartografías, con la ayuda de un elenco de tiburones tigre dotados de cámaras de vídeo, justamente esa maravilla.
Es la pradera submarina más grande del mundo. 93.000 km. Potencialmente, es el mayor sumidero de carbono con el que contamos.
Los peculiares camarógrafos de la misión, que miden hasta más de 5 metros y pesan media tonelada, son además los principales protectores de este valiosísimo ecosistema. Su conservación y restauración es vital para mantener el equilibrio en el lugar.
La principal conclusión que presentan es bastante clara: si protegemos a los tiburones, podemos proteger a la humanidad (y a la vida, añado yo).
Y con este baño de azul me despido, terrícola, hasta dentro de 15 días. Eso, si no nos vemos en alguna de las charlas que daré en los próximos días. Porque este viernes estaré en IKEA Badalona, el sábado por la mañana en IKEA Sabadell y el mismo día por la tarde, en Hospitalet hablando de “Residuo Cero real” -y en contexto pre navideño y anti Black Friday.
Además daré una charla privada para una gran empresa que no debo mencionar, a ver si logramos cambiar formas de pensar. Por cierto, si te animas a proponer una charla sobre residuo cero en tu empresa, la escuela de tus peques, tu universidad, háblame y montamos algo bonito.
Nos vemos “en el espejo”, como decía mi abuelo,
Yve